Lo que necesita esta nueva era de luchas: Una alianza de trabajadorxs

A raíz del anuncio del salario mínimo de 2022 y del proceso de negociación colectiva en la industria del metal, que dejaron a las masas de trabajadorxs en total insatisfacción, quizás fueron lxs trabajadorxs de Çimsataş lxs que encendieron el fuego de la lucha ocupando la fábrica donde trabajaban. El resto vino en rápida sucesión. Miles de trabajadorxs se negaron a aceptar salarios de miseria, se opusieron a las presiones de sus sindicatos y actuaron. Desde trabajadorxs de Farplas hasta trabajadores de Lila Kağıt, Zafer Tekstil, Alpin Çorap, Erzincan Kızılay, Kayı Construcción, Migros Almacén, Yurtiçi Kargo, Yemeksepeti, Dijitürk de diferentes sectores, así como lxs maestrxs y trabajadorxs de la salud… Todxs hacen un llamamiento hacia la huelga, manifestaciones y protestas de masas, que son todas las formas tradicionales de lucha de la clase obrera, una tras otra.

Estamos entrando en una nueva era de lucha. La clase obrera, que ha estado observando los acontecimientos desde la entrada en vigor del sistema presidencial en el país (es decir, el régimen bonapartista de Erdogan), ahora siente la necesidad de entrar en escena. Independientemente de las declaraciones oficiales sobre la inflación, las trabajadoras observan en su día a día la rápida caída de su nivel de vida, que supera con creces las cifras oficiales. Por lo tanto, ahora sienten la necesidad de ir más allá de la crítica verbal.

Las luchas generalizadas ahora se centran en las condiciones económicas y en su mayoría están vinculadas a los sindicatos. Es decir, lxs trabajadorxs buscan soluciones a sus problemas en el marco de sus propios lugares de trabajo. Pero a medida que estas luchas se generalicen, se revelarán los problemas y demandas comunes de lxs trabajadorxs, así como la relación de estos últimos con el sistema capitalista de explotación. En este tema, sin embargo, las administraciones sindicales lamentablemente no están a la altura de su potencial. En cambio, siguen una política de resolver las luchas a favor de los negocios como siempre y encontrar algún tipo de compromiso con los patrones. Por supuesto, no estamos tratando de atribuir a los burócratas sindicales una tarea que ellos mismos nunca afirmaron haber tenido. Pero exponer esta actitud sigue siendo la principal tarea de los socialistas y los trabajadores de vanguardia.

En este contexto, es necesario mencionar la búsqueda de una tercera alianza dentro de la izquierda. El HDP (el Partido Democrático de los Pueblos) junto con ciertos partidos y corrientes de izquierda/socialistas generalmente llevan a cabo discusiones y negociaciones de alianzas potenciales solo en el marco de las próximas elecciones. Sin embargo, la nueva movilización de las masas obreras se desarrolla de una manera que va más allá de ese marco. Por eso, la clase obrera, que es la única fuerza capaz de dirigir las luchas sociales y determinar el proceso gracias a sus métodos de lucha, necesita una unidad que va más allá de las elecciones, un frente, para decirlo más concretamente: Un frente que unirá todas las luchas y se organizará contra el régimen de Erdogan y la explotación capitalista en la que se basa este último. Además, una estructura de alianzas que pueda ir más allá de lo que ofrece la Alianza Nacional, que no vaya más allá de la voluntad de restaurar el sistema existente y tratar de hacer la explotación más soportable, sólo será posible con este frente de clase.

De hecho, un frente de clase también es importante en términos de la lucha por la democracia misma. Está claro lo que quiere hacer el régimen de Erdogan durante el proceso electoral que se avecina: más represión, más violencia estatal sobre el pueblo, más política del miedo y la amenaza hacia lxs trabajadorxs. Los componentes de la oposición oficial responden a estas prácticas con la retórica de “no vamos a llamar a nadie a la calle de todos modos”, dando un paso atrás y poniéndose a la defensiva. Sin embargo, existe la necesidad de desarrollar la lucha por la democracia haciendo uso de todos los derechos legales y constitucionales, y no por estando a la defensiva. Lxs trabajadorxs muestran que están dispuestxs a hacerlo como lo demuestran sus luchas actuales, pero carecen de la organización necesaria para su realización. Un Frente de Trabajadores formado por todos los sectores avanzados de la clase obrera y de sus organizaciones, incluidos los sindicatos, y una alianza de trabajadorxs que se forme en torno a este frente dará y debe dar a toda la sociedad el poder para hacer un avance organizado y decisivo en dirección a la democracia.

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